lunes, 2 de mayo de 2011

Y si...

"- Me perdí, me perdí.
- ¿Qué?- preguntó el tipo que estaba a mi lado mientras arqueaba una ceja. Ese tipo me conocía más que mi mamá.
- Ya te dije... me perdí.- el cielo se hacía más grande... ¡Oh! hay un pasadizo... ¿Podré...?
- No entiendo. ¿Por qué dices que te perdiste?- se quedó mirándome con el ceño fruncido un buen rato, hasta que logró entender.
Estaba mal. Mi vida había sido feliz y desde un equis día empezó a ser mala, mi vida había empezado a responderme de la manera incorrecta, de una manera que no estaba acostumbrada a esperar. Todo se había roto, todo estaba en manos de un cuaderno que tenía guardado en la mesita de luz de mi grande y blanca habitación. Que todos esos diplomas que tenía en mi habitación no eran más que hojas, ya que con todos los problemas que estaba pasando, se me había olvidado dónde mierda los había conseguido.
En pocas palabras, me sentía vacía.
- Todos pasamos por momentos así, Natasha.- Chris me abrazó para consolarme de alguna manera, ya que sentía la presión en los ojos, sentía que las lágrimas se apoderaban de mí, que me hacían débil. Su cabello rubio tenía un aroma a menta.
- Lo sé.- dije con un hilo de voz.- Lo sé... es sólo que no esperaba que me ocurriera de ésta manera, es eso.
Me aferró más a él y apoyé mi mejilla en su hombro.
- Acuérdate de que yo estoy aquí... Acuérdate de que siempre he estado aquí, desde que no tenías memoria, desde que te escuché por primera vez llorar. Sabes que siempre estaré ahí ayudándote, ya que tú has hecho mucho por mí en este tipo de casos.
Sonreí. Y era verdad, él siempre estaba ahí, me acompañó en los momentos más importantes de mi vida.
Nos complementábamos, y sabíamos que íbamos a estar juntos para siempre, que nuestra amistad era más fuerte que todo a nuestro alrededor.
Me abrazó con uno de sus brazos y caminamos juntos por un sendero...
De un momento a otro besó mi mejilla. Lo miré extrañada ya que casi nunca hacía eso y susurró en mi oído que me quería. Sonreí e hice lo mismo. Me sentía bien y sabía que no estaría sola en ningún momento de mi vida.

Desperté. No había Chris, ya no me llamaba Natasha
. Ese no era mi nombre. Mi habitación estaba sombría y no había nadie en casa. Miré a un lado y vi todos esos pañuelos botados a un lado de mi cama. Estaba sola".



Escrito el Martes 29 de Septiembre del 2009.

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